¿Tus zapatillas favoritas pierden su brillo demasiado pronto? En Pies Mágicos sabemos que una buena zapatilla no es solo calzado, es parte de tu estilo. Con estos trucos fáciles y económicos, podrás mantenerlas como el primer día y evitar que terminen en el fondo del armario.
1. La limpieza correcta (según el material)
Tela o malla: Usa un cepillo de dientes suave con jabón neutro y agua fría. Frota en círculos y deja secar al aire lejos del sol directo (¡el calor amarilla la tela!).
Cuero sintético: Pasa un paño húmedo con un poco de vinagre blanco para eliminar manchas difíciles.
Pro tip: Para las suelas blancas, usa pasta de bicarbonato y agua oxigenada. ¡Quedarán impecables!
2. El secreto está en el secado
Nunca metas tus zapatillas mojadas en la secadora o cerca de fuentes de calor. En su lugar:
Rellena el interior con papel absorbente (como el de cocina) para mantener la forma.
Colócalas en un lugar ventilado, preferiblemente con un ventilador suave.
3. Protege antes de usar
Un spray protector (como los de repelencia al agua) es tu mejor aliado:
Aplícalo antes del primer uso y renueva cada 2 meses.
Ideal para evitar manchas de lluvia o barro, especialmente en zapatillas claras.
4. Rotación y descanso
No uses las mismas zapatillas dos días seguidos: Los materiales necesitan "respirar" para recuperarse.
Si haces deporte, considera tener un par exclusivo para entrenar y otro para el día a día.
5. Almacenamiento inteligente
Guárdalas en su caja original o en un organizador de tela transpirable.
Evita apilarlas: Esto deforma la estructura. Mejor colócalas lado a lado.
Bonus: Pon una bolsita de té seca dentro para absorber olores.